El koala (o, menos frecuente, coala) (Phascolarctos cinereus) es una especie de marsupial diprotodonto de la familia Phascolarctidae, arborícola cuyo aspecto recuerda al de un oso de peluche, con hábitos tranquilos, parecidos a los de un perezoso.
El koala alcanza una longitud corporal de 76 cm; el cuerpo es robusto y está cubierto de pelo suave y de color marrón grisáceo. La cabeza es grande y redonda, y tiene unas orejas peludas, grandes y redondeadas.
HABITAT
Las poblaciones de koalas sólo pueden extenderse si se encuentran en el hábitat adecuado. Este incluiría los árboles preferidos por los koalas (principalmente eucaliptos, pero también otros), que deben crecer asociados en cierto modo sobre un suelo adecuado, además de suficientes precipitaciones. Además, debe haber otros koalas viviendo en las proximidades.
Un hábitat con espacio limitado tiene, obviamente, una capacidad limitada. Esto quiere decir que muy pocos koalas pueden vivir en estas condiciones. Si una zona se reduce, se hace pedazos o se destruye en su totalidad, disminuye el número de koalas que viven allí. La capacidad de un hábitat depende de la consistencia de los árboles, la densidad del arbolado, las lluvias, el clima, el terreno, las formas del paisaje y el tamaño.
COMPORTAMIENTO SOCIAL
La población de los koalas posee un sistema de comunicación y organización complejo, que le garantiza la cohesión social. A pesar de que son solitarios (excepto en la fase de apareamiento), se organizan en poblaciones estables bajo una jerarquía social, en la que se establecen diferentes territorios y, dependiendo de la posición que ocupen, se comportan de una u otra manera. Si el orden se desestabiliza, influye en el grupo.
ENFERMEDADES
Los koalas tienen un sistema inmunitario muy débil, que les hace propensos a todo tipo de problemas, como enfermedades respiratorias, digestivas y urogenitales, úlcera de estómago, cáncer, deshidratación y atrofia muscular. Asimismo, tienen una gran tendencia a padecer de estrés que, sumado a su gran actividad en la época de apareamiento, provoca que sean más vulnerables a enfermedades en ese período. Además, suelen sufrir infecciones de clamidia. Cuando llueve, a los koalas enfermos se les queda el pelaje húmedo. También las garrapatas se les pegan con gran facilidad. Por si fuera poco, los koalas más viejos pueden llegar a morir de hambre por el desgaste de sus dientes, ya que no son capaces de seguir masticando las hojas.
EVOLUCION
Los koalas son marsupiales que pertenecen, dentro del orden de los Diprodontia, al suborden de los Vombatoidea, que también incluye a los wombats. Los koalas son, hoy en día, los únicos representantes que quedan de la familia de los Phascolarctidae.
Los primeros fósiles de la familia de los koalas datan de unos 25 millones de años. No obstante, se han encontrado muy pocos y, en su mayoría, consisten solo en dientes y huesos. Se cree que los representantes de los tres géneros (Perikoala, Madakoala, Litokoala) también vivían en árboles y comían hojas, y su aspecto no era muy diferente del de los koalas actuales (Phascolarctos cinereus).
Un motivo por el que se han descubierto tan pocos fósiles sería que los primeros koalas eran muy escasos. Probablemente estos se alimentarían de las hojas los árboles predecesores del eucalipto actual, que estarían muy dispersos por los bosques australianos de aquellos tiempos. Después se produjo una glaciación y una aproximación muy lenta del continente al ecuador, que provocaron que la tierra se secara. A partir de entonces, el ecualipto se extendió y se fue convirtiendo en el árbol principal de los bosques de Australia. A partir de entonces los koalas se pudieron desarrollar mejor. Se cree que el koala y el eucalipto han evolucionado juntos durante millones de años y que, hasta que los aborígenes empezaron a cazarlo, estos animales se habían extendido mucho más que sus antecesores
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